25 octubre 2009

De vuelta en Mallorca


Ya hemos vuelto a la isla, tenemos bastantes kilómetros en el cuerpo y muchas fotos en el pc, así que iremos procesando y relatando todo "poco a poc". El viaje fue completísimo, deben haber faltado muy pocos lugares interesantes que ver, porque lo que recorrimos fue bastante, gracias a nuestros gentiles anfitriones, Marlies y Hannes, que nos llevaron a todos lados.


Nuestra primera incursión fue por la ciudad de Oldenburg, y el primer lugar que visitamos, el Club de Yates. El tema de la navegación y las mareas es realmente diferente a lo que habíamos visto antes.

Luego partimos a "patalear" la ciudad, GPS en mano. Lo primero que notas es el frío, aunque tengas sol, el viento no te permite quitarte el abrigo, se te enfría la cabeza y las manos, hay q moverse, y cuando ya no puedes resistir, entrar en un café.



Eran pocos días pero estuvieron muy bien aprovechados, y además la suerte con el tiempo no pudo ser mejor, nos recibió un sol radiante, y nos llovió sólo un día. Algo que me impresionó fue que las terrazas de los restaurantes tienen equipada cada silla con su mantita de polar.

Lo primero que impacta es la arquitectura. Y las grandes bicicletas de tipo holandés, medio importantísimo de transporte aquí, que si no estás atento te podrían atropellar, pues las ciclovías (carril de bici) no están muy diferenciadas y es fácil confundirse. Antiguamente el medio de transporte más importante fue el caballo, está es una zona eminentemente agrícola, y eso aún se nota.

Sitio oficial de la ciudad de Oldenburg: http://www.oldenburg.de/stadtol/index.php?id=1

No hay comentarios: